Los dividendos son una forma de remuneración que reciben los accionistas de una empresa por su participación en la misma. Estos dividendos se consideran rendimientos del capital mobiliario y están sujetos a la tributación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Consideración de los dividendos
Desde el 1 de enero de 2015, todos los dividendos deben tributar el 100% de su valor en el IRPF. Esto significa que no se aplica ninguna reducción o beneficio fiscal a los dividendos recibidos.
Rendimientos del capital mobiliario
Los dividendos se consideran rendimientos del capital mobiliario, junto con otros ingresos como los intereses de cuentas bancarias, los rendimientos de bonos o los alquileres de inmuebles. Estos rendimientos se suman a la base imponible del contribuyente y se gravan según los tramos impositivos establecidos por Hacienda.
Tributación del 100% en el IRPF
La tributación del 100% de los dividendos en el IRPF implica que se deben incluir en la declaración de la renta y pagar impuestos sobre ellos. No se aplica ninguna reducción o beneficio fiscal a estos ingresos.
Tipos de dividendos
Existen diferentes tipos de dividendos que pueden ser repartidos por una empresa. Los más comunes son los dividendos a cuenta de resultados, que se reparten periódicamente a lo largo del año, y los dividendos complementarios, que se reparten al final del ejercicio fiscal.
También existen los dividendos extraordinarios, que se reparten de forma excepcional debido a una situación especial de la empresa, y los Scrip Dividend, que permiten a los accionistas recibir acciones en lugar de dinero.
Retención de Hacienda
La retención de Hacienda sobre los dividendos en metálico es del 19%. Esto significa que, cuando una empresa reparte dividendos en efectivo, debe retener el 19% del importe bruto y entregarlo a Hacienda en nombre del accionista.
Es importante tener en cuenta que los dividendos en otra divisa o de empresas extranjeras pueden estar sujetos a una retención mayor. En estos casos, es necesario consultar la normativa fiscal del país correspondiente para conocer la retención aplicable.
Declaración de los dividendos
Los dividendos deben ser declarados en la declaración de la renta, en el apartado correspondiente a los rendimientos del capital mobiliario.
Casilla 029 en la declaración de la renta
Los dividendos se incluyen en la casilla 029 del apartado «Rendimientos de Capital Inmobiliario» en la declaración de la renta. En esta casilla se deben indicar los dividendos brutos recibidos durante el ejercicio fiscal.
Base imponible del ahorro
Los dividendos forman parte de la base imponible del ahorro, que es la suma de los rendimientos del capital mobiliario y los rendimientos del capital inmobiliario. Esta base imponible tiene diferentes tramos impositivos, que van desde el 19% hasta el 26%.
Es importante tener en cuenta que, si se obtienen otros rendimientos del capital mobiliario, como intereses de cuentas bancarias o rendimientos de bonos, estos también se sumarán a la base imponible del ahorro y se gravarán según los tramos impositivos correspondientes.
Convenio de doble imposición
En el caso de recibir dividendos de empresas extranjeras, es posible que se aplique el Convenio de doble imposición para evitar la doble tributación. Este convenio establece que los dividendos recibidos en el extranjero pueden ser deducidos de los impuestos a pagar en el país de residencia.
Es importante consultar la normativa fiscal y los convenios internacionales correspondientes para determinar si se puede aplicar este convenio y cómo afecta a la tributación de los dividendos en la declaración de la renta.
Los dividendos están sujetos a la tributación del IRPF y deben ser declarados en la declaración de la renta. La retención de Hacienda sobre los dividendos en metálico es del 19%, aunque puede ser mayor en el caso de dividendos en otra divisa o de empresas extranjeras. Los dividendos se incluyen en la base imponible del ahorro y se gravan según los tramos impositivos correspondientes. En el caso de dividendos en el extranjero, se puede aplicar el Convenio de doble imposición para evitar la doble tributación.