Las obras y reformas en las empresas son una parte importante de su actividad, ya sea para mejorar sus instalaciones, adaptarlas a nuevas necesidades o simplemente mantenerlas en buen estado. Desde el punto de vista contable, es necesario llevar un registro adecuado de estos gastos y asignarlos a las cuentas correspondientes según el plan general contable.
Consideraciones financieras
Obras de reforma según el plan general contable
Según el plan general contable, las obras de reforma se deben considerar como un gasto y se deben registrar en la cuenta correspondiente. En este caso, se utilizará la cuenta 221, que se refiere a «Otras reparaciones y conservación». Esta cuenta se utiliza para registrar los gastos relacionados con la reparación y conservación de los activos fijos de la empresa.
Reformas no utilizadas en la producción o suministros
En el caso de las reformas que no se utilicen en la producción o suministros de bienes o servicios, o para fines administrativos, se deben consignar en la cuenta 221. Esta cuenta se utiliza para registrar los gastos relacionados con la reparación y conservación de los activos fijos de la empresa.
Mejora del inmueble y activación de gastos
Si las obras de reforma suponen una mejora del inmueble, es decir, si se trata de una inversión que aumenta el valor o la capacidad productiva del activo, entonces los gastos generados por estas obras se deben activar. Esto significa que se deben incluir en el valor del activo correspondiente y se deben amortizar a lo largo de su vida útil.
Para activar los gastos de las obras de mejora del inmueble, se utilizará la cuenta 211 del plan general contable, que se refiere a «Construcciones». En esta cuenta se registrarán los gastos relacionados con la construcción, ampliación o mejora de los inmuebles de la empresa.
Conservación y reparación del inmueble
En el caso de las obras de reforma que tengan como objetivo la conservación y reparación del inmueble, es decir, que no supongan una mejora del activo, los gastos se llevarán a la cuenta correspondiente del grupo 6 de gastos del plan general contable. Esta cuenta se utiliza para registrar los gastos relacionados con la reparación y conservación de los activos fijos de la empresa.
Registro de gastos
Facturación de materiales y mano de obra
En el registro de los gastos de las obras y reformas, es importante tener en cuenta tanto los materiales utilizados como la mano de obra empleada. Estos gastos deben aparecer en la factura total de la obra y se deben incorporar a la cuenta correspondiente según su naturaleza.
En el caso de los materiales y la mano de obra que se consideren que han sido utilizados para la sostenibilidad de los bienes inmovilizados, se deben registrar en la cuenta 622 del plan general contable, que se refiere a «Materiales y otros aprovisionamientos». Esta cuenta se utiliza para registrar los gastos relacionados con la adquisición de materiales y otros aprovisionamientos necesarios para la actividad de la empresa.
Reforma en sede de la empresa
Si la empresa es propietaria de la sede en la que se realiza la reforma, es importante tener en cuenta el tratamiento contable de esta inversión. En este caso, el precio de la reforma se debe incluir en el activo como valor del bien, siempre y cuando suponga un aumento de la capacidad productiva o un alargamiento de la vida útil del activo.
Para contabilizar esta inversión, se utilizará la cuenta correspondiente al activo en el que se realiza la reforma. Por ejemplo, si se trata de una reforma en un edificio, se utilizará la cuenta 21 del plan general contable, que se refiere a «Edificios». En esta cuenta se registrarán los gastos relacionados con la adquisición, construcción, mejora o ampliación de los edificios de la empresa.
Arrendamiento operativo y contabilización de inversiones
En el caso de que la empresa realice una reforma en un inmueble que está en régimen de arrendamiento operativo, es necesario tener en cuenta cómo se contabilizan las inversiones realizadas. En este caso, las inversiones que no sean separables del activo se contabilizarán como inmovilizado material y su amortización dependerá de la vida útil que se estime.
Para contabilizar estas inversiones, se utilizará la cuenta correspondiente al activo en el que se realiza la reforma, siguiendo las mismas pautas que se han mencionado anteriormente.
El tratamiento contable de las obras y reformas en las empresas es fundamental para llevar un registro adecuado de los gastos y asignarlos a las cuentas correspondientes según el plan general contable. Es importante tener en cuenta si las obras suponen una mejora del inmueble o simplemente una conservación y reparación, así como el registro de los gastos de materiales y mano de obra. Además, en el caso de que la empresa sea propietaria de la sede o realice una reforma en un inmueble en régimen de arrendamiento operativo, se deben tener en cuenta las pautas específicas de contabilización de estas inversiones.