Al momento de emprender un negocio, es importante elegir la forma jurídica adecuada que se adapte a nuestras necesidades y objetivos. Dos opciones comunes son la Sociedad Limitada (SL) y la Sociedad Limitada Profesional (SLP). Aunque ambas ofrecen protección al patrimonio personal del emprendedor, existen diferencias clave que debemos tener en cuenta al momento de tomar una decisión. En este artículo, exploraremos las características de cada una y cuándo es recomendable elegir cada una.
Características de la Sociedad Limitada (SL)
Utilizada por autónomos
La Sociedad Limitada es una forma jurídica muy común utilizada por autónomos para la puesta en marcha de su negocio. Es una opción popular debido a su flexibilidad y a las ventajas que ofrece en términos de responsabilidad limitada.
Puede tener varios socios
Una de las principales características de la SL es que puede estar creada por varios socios. Esto permite la posibilidad de compartir la responsabilidad y los recursos necesarios para el negocio. Además, la SL puede tener un número ilimitado de socios, lo que brinda la oportunidad de involucrar a diferentes personas en el proyecto.
Objeto abierto a cualquier actividad económica
Otra ventaja de la SL es que su objeto social está abierto a cualquier actividad económica. Esto significa que los emprendedores tienen la libertad de elegir el tipo de negocio que desean desarrollar sin restricciones.
Protege el patrimonio personal del emprendedor
Una de las principales razones por las que los emprendedores eligen la SL es porque ofrece protección al patrimonio personal del emprendedor. En caso de que el negocio se endeude, el emprendedor solo responde con el capital aportado y con el patrimonio propio de la sociedad, evitando así que sus bienes personales sean afectados.
Características de la Sociedad Limitada Profesional (SLP)
Recomendada para profesionales adscritos a un colegio profesional
La Sociedad Limitada Profesional es una forma jurídica recomendada para profesionales adscritos a un colegio profesional, como abogados, médicos, arquitectos, entre otros. Esta forma jurídica está diseñada específicamente para aquellos que ejercen una profesión regulada y requieren de una titulación oficial.
Puede ser unipersonal
A diferencia de la SL, la SLP puede ser unipersonal, es decir, puede ser constituida por un único socio. Esto brinda la oportunidad a los profesionales de ejercer su actividad de manera independiente, sin la necesidad de asociarse con otros socios.
Objeto reducido a actividades con titulación oficial
Una de las principales diferencias entre la SL y la SLP es el objeto social. Mientras que la SL puede desarrollar cualquier actividad económica, la SLP tiene un objeto social reducido a actividades que requieren de una titulación oficial. Esto significa que solo aquellos profesionales que cuenten con la titulación correspondiente pueden constituir una SLP.
Protege el patrimonio personal del emprendedor
Al igual que la SL, la SLP también ofrece protección al patrimonio personal del emprendedor. Esto significa que en caso de que el negocio se endeude, el emprendedor solo responde con el capital aportado y con el patrimonio propio de la sociedad, evitando así que sus bienes personales sean afectados.
La diferencia entre SL y SLP radica en su utilización, socios, objeto social y requisitos profesionales. La SL es utilizada por autónomos, puede tener varios socios, su objeto social está abierto a cualquier actividad económica y ofrece protección al patrimonio personal del emprendedor. Por otro lado, la SLP es recomendada para profesionales adscritos a un colegio profesional, puede ser unipersonal, su objeto social está reducido a actividades con titulación oficial y también ofrece protección al patrimonio personal del emprendedor.
Al momento de elegir entre SL y SLP, es importante tener en cuenta nuestras necesidades y objetivos como emprendedores. Si somos autónomos y deseamos tener la posibilidad de asociarnos con otros socios o desarrollar cualquier actividad económica, la SL puede ser la opción adecuada. Por otro lado, si somos profesionales con una titulación oficial y deseamos ejercer nuestra actividad de manera independiente, la SLP puede ser la opción más recomendable.
La elección entre SL y SLP dependerá de nuestras circunstancias particulares y de los requisitos específicos de nuestra actividad profesional. Es importante asesorarse adecuadamente y evaluar todas las opciones antes de tomar una decisión.