Arrendamiento financiero
El arrendamiento financiero, también conocido como leasing financiero, es una forma de financiamiento a largo plazo en la cual el arrendatario (o suscriptor) adquiere el derecho de uso de un activo o propiedad a cambio de realizar pagos periódicos durante un período determinado. A diferencia del arrendamiento operativo, el arrendamiento financiero implica una transferencia sustancial de los riesgos y beneficios asociados al activo arrendado.
Transferencia de ventajas y riesgos
Una de las principales diferencias entre el arrendamiento financiero y operativo es la transferencia de ventajas y riesgos. En el caso del arrendamiento financiero, el suscriptor asume la mayoría de los riesgos y beneficios asociados al activo arrendado. Esto significa que el suscriptor es responsable de mantener y cuidar el activo, así como de asumir cualquier pérdida o depreciación del mismo.
Transferencia total del bien al finalizar
Otra diferencia importante es que al finalizar el arrendamiento financiero, el suscriptor tiene la opción de adquirir la propiedad del activo arrendado. Esto se establece en el contrato de arrendamiento y generalmente implica el pago de un valor residual determinado. En este sentido, el arrendamiento financiero se asemeja a un contrato de compra a crédito, ya que al finalizar el período de arrendamiento, el suscriptor se convierte en propietario del activo.
Opción de compra de la propiedad
La opción de compra es una característica distintiva del arrendamiento financiero. A diferencia del arrendamiento operativo, donde no se establece la opción de compra, en el arrendamiento financiero el suscriptor tiene la posibilidad de adquirir la propiedad del activo arrendado al finalizar el contrato. Esta opción de compra generalmente se establece en el contrato de arrendamiento y puede ser ejercida por el suscriptor si así lo desea.
Pagos periódicos corresponden al valor razonable del activo
En el arrendamiento financiero, los pagos periódicos realizados por el suscriptor corresponden al valor razonable del activo arrendado. Esto significa que los pagos reflejan el valor de mercado del activo y no solo cubren los costos de arrendamiento. Estos pagos se realizan durante todo el período de arrendamiento y son considerados como una forma de financiamiento para la adquisición del activo.
Arrendamiento operativo
El arrendamiento operativo, por otro lado, es una forma de arrendamiento a corto o mediano plazo en la cual el arrendatario (o inquilino) obtiene el derecho de uso de un activo o propiedad por un período determinado. A diferencia del arrendamiento financiero, en el arrendamiento operativo no se produce una transferencia sustancial de los riesgos y beneficios asociados al activo arrendado.
Precio y tiempo determinado
En el arrendamiento operativo, el contrato se establece por un precio y tiempo determinado. El arrendatario paga una renta periódica al arrendador por el uso del activo, pero no asume la responsabilidad de mantener y cuidar el mismo. El arrendatario solo tiene el derecho de uso del activo durante el período de arrendamiento, sin la opción de adquirir la propiedad al finalizar el contrato.
No hay transferencia de ventajas y riesgos
A diferencia del arrendamiento financiero, en el arrendamiento operativo no se produce una transferencia sustancial de los riesgos y beneficios asociados al activo arrendado. El arrendador sigue siendo el propietario del activo y es responsable de su mantenimiento y cuidado. El arrendatario solo tiene el derecho de uso del activo durante el período de arrendamiento, sin asumir los riesgos asociados a la propiedad.
Contratación de servicios adicionales
En el arrendamiento operativo, el arrendatario tiene la opción de contratar servicios adicionales como seguros, mantenimiento, asistencia técnica, entre otros. Estos servicios pueden ser proporcionados por el arrendador o por terceros, y su contratación está sujeta a negociación entre las partes. El arrendatario asume el costo de estos servicios adicionales, además de la renta periódica establecida en el contrato de arrendamiento.
Cuidado y mantenimiento por parte del arrendador
En el arrendamiento operativo, el arrendador es responsable de cuidar y mantener el activo arrendado. Esto implica que el arrendador debe asegurarse de que el activo esté en buenas condiciones de funcionamiento y realizar cualquier reparación o mantenimiento necesario. El arrendatario no tiene la responsabilidad de mantener el activo, ya que solo tiene el derecho de uso durante el período de arrendamiento.
Las diferencias entre el arrendamiento financiero y operativo son significativas. Mientras que el arrendamiento financiero implica una transferencia sustancial de los riesgos y beneficios asociados al activo arrendado, el arrendamiento operativo no implica esta transferencia. Además, el arrendamiento financiero ofrece la opción de compra del activo al finalizar el contrato, mientras que el arrendamiento operativo no ofrece esta opción. En términos contables, el arrendamiento financiero se registra como una adquisición a crédito, mientras que el arrendamiento operativo se registra como un gasto de alquiler.