Diferencia: la incapacidad permanente total es contributiva

En el ámbito de las pensiones, es importante entender la diferencia entre una pensión contributiva y una pensión no contributiva. Ambas tienen sus propias características y requisitos para acceder a ellas. En este artículo, nos enfocaremos en la diferencia entre la incapacidad permanente total, que es una pensión contributiva, y las pensiones no contributivas.

Pensión contributiva vs. no contributiva

Definición de pensión contributiva

Una pensión contributiva es aquella que depende de las cotizaciones previas al sistema de seguridad social realizadas por el beneficiario. En otras palabras, se basa en el historial de cotizaciones y contribuciones a la seguridad social durante la vida laboral del individuo. Estas cotizaciones se realizan a través de las deducciones salariales y se destinan a financiar las prestaciones de la seguridad social, como las pensiones.

Definición de pensión no contributiva

Por otro lado, una pensión no contributiva es aquella que no está relacionada con las cotizaciones del beneficiario. Estas pensiones se otorgan a personas que no tienen suficientes recursos económicos para subsistir y no han cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva. Las pensiones no contributivas son financiadas por el Estado y tienen como objetivo garantizar un nivel mínimo de ingresos a las personas en situación de vulnerabilidad.

Principales diferencias

La principal diferencia entre una pensión contributiva y una pensión no contributiva radica en su relación con las cotizaciones del beneficiario. Mientras que las pensiones contributivas están vinculadas a las cotizaciones realizadas por el individuo, las pensiones no contributivas no dependen de estas cotizaciones y se otorgan en función de otros criterios, como la situación económica y la vulnerabilidad del solicitante.

Otra diferencia importante es el tipo de prestaciones que se incluyen en cada tipo de pensión. Las pensiones contributivas abarcan una amplia gama de prestaciones, como la jubilación, la viudedad, la orfandad y la incapacidad permanente, entre otras. Por otro lado, las pensiones no contributivas incluyen prestaciones como la invalidez, la jubilación no contributiva, el Ingreso Mínimo Vital, las rentas garantizadas de las comunidades autónomas, entre otras.

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Requisitos para acceder a cada tipo de pensión

Los requisitos para acceder a una pensión contributiva varían según el tipo de prestación. Por ejemplo, para acceder a una pensión contributiva por incapacidad permanente total, se requiere haber cotizado al menos 2.160 días en los últimos 10 años y estar en situación de incapacidad permanente total para la profesión habitual.

En cambio, para acceder a una pensión no contributiva de invalidez, se requiere un certificado de discapacidad del 65% o más, residir en España durante al menos cinco años y tener ingresos por otras vías inferiores a 6.784,54 € al año.

Tipos de pensiones contributivas

Pensiones contributivas comunes

Las pensiones contributivas comunes son aquellas que se otorgan en función de las cotizaciones realizadas por el beneficiario a lo largo de su vida laboral. Estas incluyen la jubilación, la viudedad, la orfandad y la incapacidad permanente.

Pensiones por incapacidad permanente

Las pensiones por incapacidad permanente son un tipo de pensión contributiva que se otorga a las personas que han sufrido una incapacidad permanente que les impide trabajar en su profesión habitual. Estas pensiones se dividen en varios grados, como la incapacidad permanente total, la incapacidad permanente parcial, la incapacidad permanente absoluta y la gran invalidez.

En el caso de la incapacidad permanente total, el beneficiario tiene una incapacidad que le impide realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual, pero puede desempeñar otras actividades laborales. Esta pensión se calcula en función de las cotizaciones realizadas y puede ser compatible con el trabajo a tiempo parcial.

Otros tipos de pensiones contributivas

Además de las pensiones por incapacidad permanente, existen otros tipos de pensiones contributivas, como la jubilación, que se otorga a las personas que alcanzan la edad legal de jubilación y han cotizado el tiempo mínimo requerido. También están las pensiones de viudedad, que se otorgan a los cónyuges o parejas de hecho de los fallecidos, y las pensiones de orfandad, que se otorgan a los hijos huérfanos de los fallecidos.

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La diferencia entre la incapacidad permanente total, que es una pensión contributiva, y las pensiones no contributivas radica en su relación con las cotizaciones del beneficiario. Mientras que la incapacidad permanente total se basa en las cotizaciones realizadas, las pensiones no contributivas se otorgan en función de otros criterios, como la situación económica y la vulnerabilidad del solicitante. Es importante conocer estas diferencias para comprender mejor el sistema de pensiones y los requisitos para acceder a cada tipo de prestación.

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