La multa de Hacienda por no declarar los ingresos puede tener graves consecuencias para los contribuyentes. En este artículo, analizaremos las posibles sanciones y los riesgos asociados a no cumplir con la obligación de declarar los ingresos correctamente.
Consecuencias de no declarar ingresos
La principal consecuencia de no declarar los ingresos es la imposición de una multa por parte de Hacienda. Estas multas pueden ser muy elevadas y representar un porcentaje significativo de la cantidad que deberías haber ingresado.
Multas de hasta el 150%
La Ley General Tributaria establece que las multas por no declarar los ingresos pueden llegar hasta el 150% de la cantidad que deberías haber ingresado. Esto significa que, además de tener que pagar los impuestos correspondientes, podrías enfrentarte a una sanción económica adicional que puede ser bastante elevada.
Es importante tener en cuenta que el importe de la multa dependerá de diversos factores, como la gravedad de la infracción, la existencia de reincidencia o la intencionalidad del contribuyente. Sin embargo, en cualquier caso, las multas pueden ser bastante significativas y suponer un duro golpe para tu economía.
Prescripción de 4 años
Otra consecuencia importante de no declarar los ingresos es el plazo de prescripción para reclamar las cantidades no declaradas. Según la normativa vigente, Hacienda tiene un plazo de 4 años para reclamar los impuestos no declarados.
Esto significa que, aunque no hayas declarado los ingresos correspondientes, si han pasado más de 4 años desde el momento en que deberías haberlo hecho, Hacienda ya no podrá reclamarte el pago de esos impuestos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este plazo puede interrumpirse en determinadas circunstancias, como por ejemplo si se inicia un procedimiento de comprobación o inspección por parte de la Administración Tributaria.
Posibilidad de recurso
Aunque hayas recibido una multa por no declarar los ingresos, tienes la posibilidad de recurrir dicha sanción. Para ello, puedes presentar un recurso de reposición o una reclamación administrativa ante la propia Administración Tributaria.
Es importante tener en cuenta que, si decides recurrir la multa, renunciarás al posible descuento de la sanción por pronto pago. Esto significa que, si pagas la multa en un plazo determinado, podrías beneficiarte de un descuento en el importe total de la sanción. Sin embargo, si decides recurrir, perderás esta oportunidad y deberás asumir el importe íntegro de la multa en caso de que tu recurso no prospere.
No declarar los ingresos puede tener graves consecuencias para los contribuyentes. Además de las multas que pueden llegar hasta el 150% de la cantidad que deberías haber ingresado, también debes tener en cuenta el plazo de prescripción de 4 años para reclamar las cantidades no declaradas y la posibilidad de recurrir las multas a través de un recurso de reposición o una reclamación administrativa, aunque renunciando al posible descuento de la sanción por pronto pago.