La declaración de la renta es un trámite obligatorio para todos los contribuyentes en España. Sin embargo, cuando nos encontramos en situación de desempleo y no podemos pagar a Hacienda, puede generar cierta preocupación y estrés. En este artículo, vamos a abordar la situación de aquellos que están en paro y no pueden hacer frente al pago de impuestos.
Segundo pagador en el año fiscal
Una de las situaciones más comunes cuando estamos en paro es tener un segundo pagador en el año fiscal. Esto ocurre cuando hemos trabajado en diferentes empresas o hemos tenido ingresos de otras fuentes, como el cobro del paro. Al tener un segundo pagador, el porcentaje de IRPF que se descuenta de la paga en bruto es el mínimo.
Descuento mínimo de IRPF
El descuento mínimo de IRPF se aplica cuando tenemos un segundo pagador en el año fiscal. Esto significa que se nos retiene un porcentaje menor de impuestos en comparación con un trabajo por cuenta ajena. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto no significa que no tengamos que pagar impuestos, sino que se nos retiene menos en el momento del cobro.
Comparación con trabajo por cuenta ajena
En el caso de estar en paro y cobrar el subsidio por desempleo, el porcentaje de IRPF que se nos retiene es menor en comparación con un trabajo por cuenta ajena. Esto se debe a que el paro se considera una prestación social y, por lo tanto, se aplica un porcentaje menor de retención de impuestos.
Ajuste en la declaración de la renta
Una vez finalizado el año fiscal, llega el momento de hacer la declaración de la renta. En este proceso se ajustan las cuentas y se calcula el IRPF que realmente corresponde pagar según nuestra situación personal. Es en este momento cuando puede surgir la preocupación de no poder pagar a Hacienda.
Pago de un porcentaje menor de IRPF
Como mencionamos anteriormente, al cobrar el paro se nos retiene un porcentaje menor de IRPF en comparación con un trabajo por cuenta ajena. Esto puede generar un alivio momentáneo, ya que tenemos más dinero disponible en nuestra cuenta bancaria. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto no significa que no tengamos que pagar impuestos, sino que se nos retiene menos en el momento del cobro.
Pago de la diferencia en la declaración
En la declaración de la renta se realiza un cálculo detallado de nuestros ingresos y gastos, así como de las retenciones que se nos han aplicado a lo largo del año. Si al hacer este cálculo se determina que hemos pagado menos impuestos de los que realmente correspondían, tendremos que pagar la diferencia a Hacienda.
Es en este momento cuando puede surgir la preocupación de no poder hacer frente al pago de impuestos. Sin embargo, es importante recordar que existen diferentes opciones para gestionar esta situación. Podemos solicitar un aplazamiento o fraccionamiento del pago, o incluso solicitar una reducción o exención de la deuda en casos de dificultades económicas.
Si nos encontramos en paro y no podemos pagar a Hacienda, es importante tener en cuenta que al cobrar el paro se nos retiene un porcentaje menor de IRPF en comparación con un trabajo por cuenta ajena. Sin embargo, en la declaración de la renta se ajustan las cuentas y se puede tener que pagar la diferencia entre el IRPF que se pagó al cobrar el paro y el que correspondía pagar según la situación personal. En caso de dificultades económicas, existen opciones para gestionar esta situación y solicitar un aplazamiento o fraccionamiento del pago, o incluso una reducción o exención de la deuda.