Puedo cobrar incapacidad si ya no trabajo: ¿Es posible solicitarla?

Si te encuentras en una situación en la que ya no trabajas pero necesitas solicitar una incapacidad permanente, es importante que conozcas los requisitos y condiciones necesarios para poder hacerlo. Aunque ya no estés trabajando, es posible solicitar una incapacidad permanente siempre y cuando cumplas con ciertos requisitos establecidos por la Seguridad Social.

Requisitos para solicitar incapacidad permanente

Inscripción como demandante de empleo en el SEPE

Uno de los requisitos fundamentales para poder solicitar una incapacidad permanente si ya no trabajas es estar inscrito como demandante de empleo en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Esto implica que debes estar buscando activamente empleo y estar disponible para trabajar en caso de que se te presente una oportunidad laboral.

Continuidad en el sellado del paro

Además de estar inscrito como demandante de empleo, es necesario que continúes sellando el paro de forma regular. Esto implica que debes acudir a las oficinas del SEPE o realizar el trámite de forma online para renovar tu demanda de empleo cada cierto tiempo, según lo establecido por el SEPE. La continuidad en el sellado del paro es un requisito importante para poder solicitar una incapacidad permanente.

Acreditación de años cotizados

Para poder solicitar una incapacidad permanente, es necesario que acredites un mínimo de 15 años cotizados, incluyendo al menos 3 de esos años dentro de los últimos 10. Esto significa que debes haber trabajado y cotizado a la Seguridad Social durante al menos 15 años, y que al menos 3 de esos años deben haber sido dentro de los últimos 10 años antes de solicitar la incapacidad permanente.

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Condiciones en caso de no estar en situación de alta

En caso de que no te encuentres en situación de alta en la Seguridad Social al momento de solicitar la incapacidad permanente, existen ciertas condiciones adicionales que debes cumplir. Debes haber estado en situación de alta al menos 180 días dentro de los últimos 5 años antes de la fecha de solicitud de la incapacidad permanente. Además, debes haber cotizado al menos 360 días dentro de los 6 años anteriores a la fecha de solicitud.

Tipos de incapacidad permanente

Una vez que cumplas con los requisitos mencionados anteriormente, podrás solicitar una incapacidad permanente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen diferentes tipos de incapacidad permanente, y el tipo que se te conceda dependerá de la evaluación médica y de las limitaciones que tengas debido a tu estado de salud.

Incapacidad permanente parcial

La incapacidad permanente parcial se concede cuando el trabajador sufre una disminución de su capacidad laboral, pero puede seguir trabajando en alguna ocupación distinta a la que realizaba anteriormente. En este caso, se le otorga una indemnización económica y se le reconoce una pensión proporcional a su grado de incapacidad.

Incapacidad permanente total

La incapacidad permanente total se concede cuando el trabajador no puede realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual, pero sí puede desempeñar otras ocupaciones. En este caso, se le otorga una pensión que equivale al 55% de la base reguladora.

Incapacidad permanente absoluta

La incapacidad permanente absoluta se concede cuando el trabajador no puede realizar ninguna actividad laboral, ni siquiera en una ocupación distinta a la que realizaba anteriormente. En este caso, se le otorga una pensión que equivale al 100% de la base reguladora.

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Gran invalidez

La gran invalidez se concede cuando el trabajador necesita la asistencia de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria. En este caso, se le otorga una pensión que equivale al 150% de la base reguladora.

Si te encuentras en una situación en la que ya no trabajas pero necesitas solicitar una incapacidad permanente, es posible hacerlo siempre y cuando cumplas con los requisitos establecidos por la Seguridad Social. Es importante estar inscrito como demandante de empleo, continuar sellando el paro, acreditar los años cotizados y cumplir con las condiciones establecidas en caso de no estar en situación de alta. Una vez que cumplas con estos requisitos, podrás solicitar una incapacidad permanente y se te concederá el tipo correspondiente según tu evaluación médica y limitaciones laborales.

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