Puedo ser administrador de una empresa y trabajar en otra: restricciones legales

En el ámbito laboral, es común que una persona pueda desempeñar diferentes roles en distintas empresas. Sin embargo, cuando se trata de ser administrador de una empresa y trabajar en otra, existen ciertas restricciones legales que es importante tener en cuenta. En este artículo, exploraremos las implicaciones legales de esta situación y las posibles restricciones que pueden surgir.

Competencia desleal

Uno de los principales aspectos a considerar al ser administrador de una empresa y trabajar en otra es la competencia desleal. La competencia desleal se refiere a cualquier práctica que tenga como objetivo perjudicar a una empresa o a sus intereses comerciales. En este sentido, es importante asegurarse de no incurrir en prácticas que puedan ser consideradas como competencia desleal.

Incumplimiento de rivalidad

Una de las restricciones legales más importantes a tener en cuenta es el incumplimiento de rivalidad. Esto significa que, como administrador de una empresa, no se puede participar en actividades que sean directamente competitivas con la empresa en la que se trabaja. Por ejemplo, si se es administrador de una empresa de tecnología y se trabaja en otra empresa de tecnología, se estaría incurriendo en una situación de rivalidad y, por lo tanto, en una posible competencia desleal.

Licitación pública

Otra restricción legal a considerar es la participación en licitaciones públicas. Si se es administrador de una empresa y se trabaja en otra, es importante tener en cuenta que no se puede optar a una misma licitación pública si se ostenta la condición de empleado de una de las empresas y administrador de la otra. Esto se consideraría como un acto de competencia desleal y podría tener consecuencias legales.

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Relación colaborativa

Para evitar incurrir en competencia desleal, es importante que la relación entre las empresas en las que se desempeña como administrador y empleado no sea competitiva, sino colaborativa. Esto significa que las empresas deben tener una relación de colaboración y no deben estar directamente involucradas en actividades que puedan perjudicar los intereses comerciales de una de las empresas.

Despido disciplinario

En caso de incumplimiento de las restricciones legales mencionadas anteriormente, es posible que se pueda aplicar un despido disciplinario. El despido disciplinario es una medida que puede tomar el empleador en caso de incumplimiento grave de las obligaciones laborales por parte del empleado.

Competencia en licitación pública

Si se descubre que la sociedad administrada por el empleado compite con la empleadora por la misma licitación pública, esto podría ser considerado como un incumplimiento grave de las obligaciones laborales y podría justificar un despido disciplinario.

Doctrina de los actos propios

Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, el empleador puede aplicar la doctrina de los actos propios. Esta doctrina establece que el empleador no puede consentir una conducta antijurídica del trabajador y luego realizar un despido disciplinario sin advertencia previa. En otras palabras, si el empleador ha permitido que el empleado desempeñe el rol de administrador de otra empresa sin ninguna objeción previa, no puede luego despedir al empleado por este motivo sin haberle dado una advertencia previa.

Ser administrador de una empresa y trabajar en otra puede tener restricciones legales importantes. Es fundamental asegurarse de no incurrir en competencia desleal y cumplir con las obligaciones laborales establecidas. Si se incumplen estas restricciones, es posible que se pueda aplicar un despido disciplinario. Por lo tanto, es importante conocer y entender las implicaciones legales de esta situación para evitar problemas futuros.

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