La nueva Ley de alquileres establece una serie de responsabilidades para los inquilinos con el objetivo de garantizar una convivencia adecuada y el buen estado de la vivienda alquilada. A continuación, detallaremos las principales responsabilidades que deben cumplir los inquilinos de acuerdo a esta ley.
Comunicación de necesidades de reparación
Una de las principales responsabilidades del inquilino es comunicar al arrendador cualquier necesidad de reparación que surja en la vivienda alquilada. Esto es fundamental para garantizar las condiciones de habitabilidad y evitar que los problemas se agraven con el tiempo.
Garantizar condiciones de habitabilidad
El inquilino tiene la responsabilidad de mantener la vivienda en condiciones de habitabilidad. Esto implica realizar las reparaciones necesarias para garantizar el correcto funcionamiento de los servicios básicos, como agua, electricidad y calefacción. Además, debe asegurarse de que la vivienda esté libre de humedades, filtraciones y cualquier otro problema que pueda afectar la salud y el bienestar de los ocupantes.
En caso de que se detecte algún problema de habitabilidad, el inquilino debe comunicarlo de inmediato al arrendador para que este pueda tomar las medidas necesarias y realizar las reparaciones correspondientes.
Desperfectos imputables al arrendatario
Otra responsabilidad del inquilino es hacerse cargo de los desperfectos que sean imputables a su propia negligencia o mal uso de la vivienda. Esto incluye, por ejemplo, roturas de cristales, daños en los electrodomésticos o muebles, y cualquier otro tipo de deterioro causado por un uso inadecuado.
En estos casos, el inquilino debe asumir el costo de las reparaciones necesarias para solucionar los daños causados. Es importante destacar que estos gastos no están cubiertos por el arrendador y deben ser pagados por el inquilino.
Pago de reparaciones
El inquilino también tiene la responsabilidad de pagar las reparaciones que sean necesarias en la vivienda alquilada. Sin embargo, es importante distinguir entre las reparaciones por uso ordinario y el desgaste por el uso ordinario.
Reparaciones por uso ordinario
Las reparaciones por uso ordinario son aquellas que se deben realizar debido al desgaste natural de los elementos de la vivienda, como grifos, cerraduras, enchufes, bombillas, persianas, entre otros. Estas reparaciones son responsabilidad del inquilino y deben ser pagadas por él.
Es importante destacar que estas reparaciones deben ser de bajo costo y no deben implicar una modificación estructural o una mejora en la vivienda. En caso de que se requiera una reparación de mayor envergadura, es responsabilidad del arrendador asumir los costos.
Desgaste por el uso ordinario
El desgaste por el uso ordinario es un concepto distinto al de las reparaciones por uso ordinario. Se refiere al deterioro que sufre la vivienda debido al uso normal y cotidiano, como el desgaste de los suelos, las paredes o los muebles.
Según la nueva Ley de alquileres, el inquilino no es responsable de este desgaste y no debe asumir los costos de reparación. Sin embargo, es importante que al finalizar el contrato de alquiler, el inquilino pueda probar que no ha sido su responsabilidad el deterioro o pérdida de la vivienda alquilada.
Prueba de responsabilidad al finalizar el contrato
Al finalizar el contrato de alquiler, el inquilino debe probar que no ha sido responsable de los daños o pérdidas que pueda haber sufrido la vivienda durante su ocupación. Esto implica realizar un inventario detallado al momento de la entrega de las llaves y documentar cualquier desperfecto o deterioro existente.
Es recomendable que el inquilino tome fotografías o videos de la vivienda alquilada al momento de la entrega y conserve cualquier documento que pueda servir como prueba de su responsabilidad. Esto puede ser de gran utilidad en caso de que surjan discrepancias con el arrendador en relación a los daños o reparaciones que deben ser asumidos por cada parte.
La nueva Ley de alquileres establece una serie de responsabilidades para los inquilinos en relación a las reparaciones en la vivienda alquilada. Estas responsabilidades incluyen la comunicación de necesidades de reparación, el pago de reparaciones por uso ordinario y la prueba de responsabilidad al finalizar el contrato. Es importante que los inquilinos conozcan y cumplan con estas responsabilidades para garantizar una convivencia adecuada y el buen estado de la vivienda alquilada.