El activo real es un término utilizado en el ámbito financiero para referirse a los activos tangibles que están ligados a la economía real. Estos activos son aquellos que tienen una existencia física y pueden ser tocados o vistos, como por ejemplo los inmuebles, las infraestructuras, los bonos ligados a la inflación y las materias primas.
Características de los activos reales
Activos tangibles
Una de las características principales de los activos reales es que son tangibles, es decir, tienen una existencia física. Esto los diferencia de los activos financieros, como las acciones o los bonos, que son activos intangibles.
Relación con la economía real
Los activos reales están estrechamente ligados a la evolución de la economía real. Su valor y rentabilidad dependen de factores como el crecimiento económico, la demanda de bienes y servicios, y las condiciones del mercado inmobiliario o de las materias primas.
Diversificación para las carteras
Los activos reales son una fuente de diversificación para las carteras de inversión. Al incluir activos reales en una cartera, se puede reducir el riesgo y aumentar el potencial de rentabilidad, ya que estos activos tienen una baja correlación con los activos financieros tradicionales.
Cobertura frente a la inflación
Los activos reales suelen ofrecer una buena cobertura frente a la inflación. Esto se debe a que su valor y rentabilidad tienden a aumentar en periodos de inflación, ya que los precios de los bienes y servicios también se incrementan.
Rendimiento y liquidez de los activos reales
Rendimientos más elevados
Los activos reales suelen ofrecer rendimientos más elevados que los activos financieros tradicionales. Esto se debe a que estos activos están expuestos a la economía real y a factores como el crecimiento económico y la demanda de bienes y servicios.
Prima de liquidez
Los activos reales suelen ser menos líquidos que los activos financieros. Esto significa que no se pueden comprar o vender con la misma facilidad y rapidez. Sin embargo, esta menor liquidez se compensa con una prima de liquidez, es decir, una mayor rentabilidad esperada a cambio de asumir un mayor riesgo de iliquidez.
Inversión a largo plazo
La inversión en activos reales suele ser a largo plazo. Esto se debe a que estos activos requieren de un tiempo mayor para generar rentabilidad y suelen tener una menor rotación en las carteras de inversión.
Flujos recurrentes
Algunos activos reales, como los inmuebles, permiten capturar flujos recurrentes. Por ejemplo, los ingresos generados por los alquileres de un edificio pueden proporcionar una fuente de ingresos estable y recurrente a lo largo del tiempo.
Importancia de los activos reales en las carteras
Diversificación
La inclusión de activos reales en las carteras de inversión es importante para diversificar el riesgo. Al tener una baja correlación con los activos financieros tradicionales, los activos reales pueden ayudar a reducir la volatilidad de la cartera y aumentar su potencial de rentabilidad.
Descorrelación con activos financieros
Los activos reales tienen una baja correlación con los activos financieros tradicionales, como las acciones y los bonos. Esto significa que su comportamiento no está directamente relacionado con el de los activos financieros, lo que los convierte en una herramienta útil para diversificar el riesgo y proteger la cartera de inversión.