Teoría general del empleo, el interés y el dinero – ¿Qué es y cómo funciona?

La teoría general del empleo, el interés y el dinero, también conocida como la teoría keynesiana, es una teoría económica desarrollada por el economista británico John Maynard Keynes en su libro de 1936 «Teoría general del empleo, el interés y el dinero». Esta teoría revolucionaria desafió la sabiduría económica convencional de su tiempo al argumentar que el pleno empleo no es el resultado natural de mercados competitivos en equilibrio, sino que requiere intervención activa del gobierno para estimular la demanda agregada y mantener la estabilidad económica.

Antecedentes de la teoría general de Keynes

Antes de la publicación de la «Teoría general», la economía clásica dominaba el pensamiento económico. Según la economía clásica, los mercados se autorregulan y tienden hacia el equilibrio, lo que lleva al pleno empleo y la estabilidad económica. Sin embargo, la Gran Depresión de la década de 1930 puso en evidencia las limitaciones de esta teoría. El desempleo masivo y la falta de demanda efectiva llevaron a Keynes a cuestionar las suposiciones fundamentales de la economía clásica.

La influencia de la teoría keynesiana en la economía moderna

La teoría general de Keynes tuvo un impacto significativo en la economía moderna. Su enfoque en la demanda agregada y la intervención gubernamental para estimular la economía sentó las bases para las políticas económicas keynesianas implementadas en muchos países después de la Segunda Guerra Mundial. Estas políticas se centraron en aumentar el gasto público y reducir los impuestos para estimular la demanda y el empleo. La teoría keynesiana también influyó en el desarrollo de la macroeconomía como una rama separada de la economía, centrándose en el estudio de la economía en su conjunto en lugar de en los individuos y las empresas.

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La pérdida de atracción de la teoría keynesiana en la década de 1970

A pesar de su influencia inicial, la teoría keynesiana perdió atracción en los círculos políticos y económicos en la década de 1970. La estanflación, una combinación de alta inflación y alto desempleo, desafió las políticas keynesianas tradicionales y llevó a un resurgimiento del pensamiento económico más orientado al mercado. Las políticas monetaristas, promovidas por economistas como Milton Friedman, ganaron popularidad al enfatizar el papel de la oferta monetaria en la determinación del nivel de actividad económica.

Desafíos a la sabiduría económica convencional

La teoría general de Keynes desafía la sabiduría económica convencional al argumentar que el pleno empleo no es el resultado natural de mercados competitivos en equilibrio. Keynes sostiene que la economía puede quedar atrapada en un equilibrio de desempleo involuntario, donde la demanda agregada es insuficiente para generar pleno empleo. En este caso, el gobierno debe intervenir para estimular la demanda y crear empleo.

Keynes también cuestiona la idea de que los mercados se autorregulan y tienden hacia el equilibrio. Argumenta que los mercados pueden ser afectados por la incertidumbre y la falta de confianza, lo que puede llevar a la inestabilidad económica. Además, Keynes sostiene que los mercados financieros pueden ser propensos a la especulación y la volatilidad, lo que puede afectar negativamente la inversión y el empleo.

Conceptos clave en la teoría general de Keynes

La teoría general de Keynes se basa en la interacción entre las demandas de ahorro, inversión y liquidez. Keynes argumenta que la economía debe encontrar su camino hacia un equilibrio en el que no se ahorre más dinero del que se invierta. Para lograr esto, el gobierno puede desempeñar un papel activo en la estimulación de la demanda agregada.

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La propensión al consumo es un concepto clave en la teoría general de Keynes. Se refiere a la proporción del ingreso disponible que las personas gastan en bienes y servicios. Keynes argumenta que una mayor propensión al consumo puede estimular la demanda agregada y aumentar el empleo.

Otro concepto importante es la propensión marginal al consumo, que se refiere al cambio en el consumo en respuesta a un cambio en el ingreso disponible. Keynes sostiene que una propensión marginal al consumo alta puede tener un efecto multiplicador en la demanda agregada, ya que el gasto adicional de una persona se convierte en ingreso para otra persona, que a su vez gasta parte de ese ingreso adicional, y así sucesivamente.

El multiplicador es otro concepto clave en la teoría general de Keynes. Se refiere al efecto multiplicador que tiene un cambio en el gasto agregado en el nivel de actividad económica. Keynes argumenta que un aumento en el gasto público puede tener un efecto multiplicador en la economía, ya que el gasto adicional del gobierno estimula la demanda agregada y genera empleo.

La teoría general del empleo, el interés y el dinero de Keynes desafía la sabiduría económica convencional al argumentar que el pleno empleo no es el resultado natural de mercados competitivos en equilibrio. Propone que el gobierno puede desempeñar un papel activo en la estimulación de la demanda agregada para mantener la estabilidad económica. La propensión al consumo, la propensión marginal al consumo y el multiplicador son conceptos clave en esta teoría, que han influido en el pensamiento económico y en las políticas económicas en todo el mundo.

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